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EL RENACIMIENTO EN LA ERA SELFIE


Por Pedro Taracena Gil

Durante la Edad Media el centro del universo era Dios y el hombre debía encauzar su vida hacia el cumplimiento de los preceptos divinos y así alcanzar el gozo eterno de la presencia divina. El imperio de la fe suplantó a la supremacía de la razón.
El Renacimiento italiano supuso una revolución en los conceptos y en los valores. El Hombre se convirtió en el centro del universo. Se impuso el conocimiento emanado del raciocinio humano y surgieron repúblicas que desarrollaron las ciencias y las letras, el arte, el comercio y la industria artesanal.
Este movimiento social, cultural y político se cimentó en tres pilares: el Humanismo. El Clasicismo y la Naturaleza. Los renacentistas tomaron como punto de referencia la cultura greco-latina que potenció al hombre alcanzando sobre todo en la escultura el máximo esplendor. Los principios naturales tomados de los estoicos, marcaban la pauta para vivir conforme a la Naturaleza.
Esta colección de desnudos pretende llevar a la realidad del siglo XXI, los principios y valores del Renacimiento del Quattrocento. Donde el hombre y su esencia natural se revisten de su propia desnudez, despojada de todo prejuicio moral o complejo que perturbe el concepto de belleza. Esta galería es una loa en positivo dedicada a las expresiones más primitivas del cuerpo humano. Imágenes que reflejan la sensualidad de las emociones, tanto en excitación turgente como en reposo. Se podría denominar como el Renacimiento de la Fotografía en la era del Selfie. Es evidente que esta colección contemplada con los ojos del Medievo, o simplemente con la mirada del Nacional-Catolicismo, es en sí algo negativo y un atentado a la moral y buenas costumbres comúnmente aceptadas, en el común de los mundos del imperio de la fe religiosa, dicho de otro modo, el mundo de la desinrazón.
Renunciar a estas improntas es tanto como renunciar a nuestra propia naturaleza y sus atributos. Negar que seamos seres sexuados, sería tanto como mutilar nuestra capacidad de realizarnos sexualmente. La sensibilidad, la sensualidad, la sexualidad y la genitalidad, son facultades de las mujeres y los hombres sin distinción. Más aún, la sexualidad contemplada desde el más amplio espectro humano, no entiende de géneros. 



GALERÍA DE IMÁGENES























































































































































































































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